Por Xiomara Quiñonez – Consejera espiritual guiada por el Espíritu Santo.


Hoy te escribo desde el desierto.
No vengo desde lo alto, ni con una medalla de victoria... estoy aquí, en esta tierra seca, silenciosa y a veces bastante dura, donde cada paso pesa y el alma se siente agotada.
Estoy en pleno proceso, en ese momento en el que nada parece claro, donde orar a veces parece no tener respuesta, y donde la fe se pone a prueba hasta lo más profundo.
Pero justo aquí, el Espíritu Santo no me ha soltado ni un segundo.
En este desierto, Su voz suena más fuerte. Su guía se vuelve indispensable. Y Su consuelo, mucho más cercano.
Es aquí donde Él me está moldeando como mujer, como hija, y como alguien que puede acompañar a otros. No desde la perfección, sino desde depender completamente de Su presencia.
Entiendo lo que es enfrentarse a diagnósticos inesperados, la incertidumbre económica, el agotamiento emocional, las dudas y hasta el silencio. Pero también sé lo que es ser sostenida día tras día por la gracia de Dios.
Por eso estoy aquí. Porque mientras atravieso este desierto, siento que Dios me está preparando para caminar junto a otros que también están pasando por el suyo.
- No soy una experta en soluciones mágicas.
- Soy una mujer que escucha la voz del TODOPODEROSO.
- Una consejera espiritual que ha aprendido a caminar descalza por la arena ardiente... aun así, no quemarme porque la sombra del Altísimo me protege.
Si tú también estás en tu propio desierto, quiero que sepas que no estás solo ni sola
Dios sigue contigo, aunque ahora no lo sientas. Y si necesitas unas palabras, un consejo espiritual, una oración o simplemente a alguien con quien recorrer este camino, aquí estoy.
No porque tenga todo resuelto, sino porque el Espíritu Santo me ha dejado claro algo:
"Te he escogido para ayudar desde tu proceso, no desde tu perfección."
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 1 Corintios 12:9
Gracias por estar aquí, gracias por leer estas palabras, y si algo de esto resonó contigo, escríbeme.
El desierto tiene un propósito... y también una salida.
Con amor, fe y obediencia,
Xiomara Quiñonez V.
Consejera espiritual – www.labellezadelosimple.com

Añadir comentario
Comentarios