Cuando el alma se cansa, el cielo responde
Hay momentos en la vida donde el alma se detiene. No porque quiera rendirse, sino porque ya no encuentra fuerzas para continuar. He vivido esos días grises, en los que incluso las oraciones se sienten huecas y el corazón se ahoga entre preguntas sin respuesta. Pero ahí, justo ahí… cuando el alma se cansa, el cielo responde.